A Matias y Javier unos de los dueños de Oliveto los conocimos justo antes de la pandemia por lo que este proyecto tardó un tiempo en arrancar mientras ellos entendían como se redefinía el mercado de los restaurantes en Bogotá.

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Al empezar a trabajar comprendimos cómo este restaurante se había creado desde el gusto de esta familia por la comida italiana y fue abriendo paso desde hace 20 años en el mercado gastronómico de la ciudad. Hoy en día y con la gran oferta que existe se dieron cuenta que tenían que evolucionar su imagen y comunicación para llegar a nuevos clientes sin descuidar su público incondicional.

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Empezamos por definir la narrativa y el tono comunicacional de la marca para traducirlo en un nuevo logotipo, una nueva paleta de colores, unos lineamientos fotográficos, recursos gráficos y en mensajes que después se traducirían en su set de empaques, un nuevo menú, nuevos uniformes, entre otros cambios que asumieron al decidir renovar su marca.

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Cada cambio fue tomado con mucho cuidado para mantener el espíritu de este restaurante que hace un homenaje a la comida italiana y que se percata de cada detalle en el trato de sus clientes y de su equipo de trabajo.

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Oliveto se renovó pero su tradición sigue.